Familia Irurtia

La Bodega Familia Irurtia es una de las más emblemáticas de Carmelo, con más de cien años de tradición. Fundada por el vasco Lorenzo Irurtia en 1913 y transformada por su nieto Dante en un referente de la vitivinicultura uruguaya, hoy combina innovación y legado familiar

Nuestra Historia

La historia de la familia Irurtia comienza en 1882, cuando el vasco Lorenzo Irurtia llegó a Carmelo y, con trabajo y perseverancia, comenzó a cultivar la tierra. En 1913 obtuvo su primera vendimia, marcando el inicio de una tradición que se extendería por generaciones. Décadas más tarde, en 1953, su nieto Dante asumió la dirección de la pequeña bodega. Visionario y apasionado, transformó la viticultura uruguaya con innovaciones en viñedo y vinificación: importó cepas de selección clonal desde Europa, fue pionero en el sistema de conducción en Lyra y recorrió el mundo en busca de la mejor tecnología, cuando exportar vinos parecía un sueño lejano. Su audacia fue reconocida en 1988 con la Orden al Mérito Agrícola del gobierno francés.

El crecimiento fue constante. En 1966, los vinos de Irurtia recibieron su primera medalla de oro en Sofía, Bulgaria, y desde entonces sumaron reconocimientos internacionales que consolidaron a la bodega como referente de calidad. Con más de cien vendimias, la familia mantuvo siempre el espíritu del “persistente vasco Lorenzo” y la visión de Dante, quien nunca pensó solo en la próxima cosecha, sino en el legado para las generaciones futuras.

Hoy, la cuarta generación —Carlos en enología, Marcelo en agronomía y Liliana en el área comercial— lidera el proyecto con la misma pasión, combinando tradición artesanal y tecnología de vanguardia. La bodega cuenta con una capacidad de 9.350.000 litros, distribuidos en piletas de cemento, tanques de acero inoxidable y barricas de roble francés, lo que la convierte en una de las más grandes de Uruguay.

Visitar la Bodega Irurtia es recorrer más de un siglo de historia vitivinícola, conocer una cava excepcional y disfrutar de la calidez de una familia que mantiene viva la esencia del terroir carmelitano. Con más de cien etiquetas, la bodega refleja el prestigio del vino uruguayo en el mundo, con el Tannat como su cepa emblemática y orgullo nacional.

Galería

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